miércoles, 20 de abril de 2011

Corazón

CAPITULO 13 EL CURANDERO DE CORAZONES
Tras varias horas de caminar Lucero sentía que sus piernas desistían de caminar,no había comido nada, tampoco había bebido y Allen pretendía que caminaran hasta caer la noche ¿estaba loco? ¿o tal vez estaba esperando a que se durmiera para llevarla de vuelta con "ella"? no le gustaba dudar del chico pero por nada del mundo debía dormirse y por si acaso le llevaba hacia una trampa se mantenía alejada para salir corriendo aunque dudaba que llegase muy lejos debído al cansancio pero al menos si tenia que huir_cosa que no quería hacer_ siempre podía esconderse del joven.
-Ya casi llegamos_le dijo Allen sacándola de sus pensamientos.
Lucero solo asintió estaba cansada incluso para contestar, además temía que su mal humor saliese pues cuando llevaba muchas horas sin dormir se enfadaba con facilidad.
Suspiró.Y mientras miraba sus pies moviendose a un compás siempre el mismo , "derecha , izquierda, derecha izquierda.." pensaba en que haría si aquel curandero resultaba ser también un secuad de "ella" pero aparte de que no tenia ningún plan,su mente había decidió que ya bastaba pensar en el tema y por ello no conseguía concentrarse en nada.
Tras barios minutos de caminar, la joven pudo ver a los lejos una singular casa que le recordó bagamente a el castillo de la reina de corazones.
Era una casa grande, pintada por entero de rojo, tenia pintados corazones por todas partes y de todos los colores y tamaños, en la punta de los tejados_pues todos acaban en una punta bien sobresaliente_había unos carteles con forma de corazón y en uno de ellos_el mas grande_ ponía.
<<Curandero de corazones ¿le han roto el corazón por un engaño? ¿quiere un corazón nuevo? ¿pocienes de amor? todo esto y mucho mas en mi humilde hogar>>
-Puede que te suene tonto Allen_le dijo por fin Lucero_ pero ¿como nos va a ayudar un curandero de corazones a descubrir nuestros poderes?¿no estarás intentando engañarme?
El joven negó repetidas veces,la chica noto que su semblante estaba triste, suspuso que por la desconfianza que había mostrado.
-Desconfías de mi ¿verdad?_Lucero noto como la voz de el joven era ahogada como si retuviera las ganas de llorar.
<<¿Es que lee la mente?>>_pensó la chica algo asustada.
-¡Por supuesto que no! ¿como puedes pensar eso?_la joven intento por todos los medios que su voz no sonase dudosa, si descubría que dudaba de el,se acabo la confianza de Allen hacía ella y eso era lo que menos quería.
-Seguro?_preguntó el chico dudoso
Lucero asintió energeticamente y ante esto Allen sonrió aliviado,el corazón de la chica  recibió una punzada de culpabilidad,pero su mente le gritaba que por nada del mundo le dijese que descofiaba de el o que temía que le llevase ante "ella" porque si no todo se iría al traste.
El chico le tendió la mano a su amiga.
-¿Vienes?
Interiormente la joven suspiró, tendría que confiar un poco en el joven como le decía su corazón,y dejar aparte lo que su mente le decía para mas tarde, si aquel curandero no era un secuad de "ella" confiaría algo mas en Allen.Le tomo la mano a su amigo y este se la estrecho con fuerza como si temiera que huyera esto inquieto un poco a la chica que empezaba a dudar de aquel sitio.
El joven toco la puerta, unos segundos después un joven hombre les abrió la puerta, llevaba entre sus manos un corazón que latía, lenta pero ritimicamente.
Lucero ahogo un grito ¿un corazón que sin cuerpo latía? ¿¡Que sitio era aquel!?, la chica desvió la mirada , lo que no paso desapercibido por Allen que tiro suavemente de ella y le envolvió entre sus brazos.
-¡Vaya Allen! hacía mucho que no te veía, tu padre esta muy preocupado por ti jovencito,¿sabes cuantas veces tuve que arreglarle el corazón? ¡unas veinte veces! ya puedes ir volviendo a casa..¡anda pero si es la hija de la noche!l la ultima vez que te vi eras un bebe, has crecido muchisimo y estas muy guapa.
-Gracias por al información Julius,pero no hemos venido a visitarte_dijo Allen con cierto tono frió.
Lucero entre los brazos de Allen se sentía como si estuviera derritiendo, su corazón iba tan acelerado que creía que se le iba a salir del pecho y su cara le ardía debido a la vergüenza, ante el comentario del curandero casi todas sus dudas se disiparon pero aun así seguiría alerta por si acaso.
Julius los hizo pasar y Allen a regañadientes soltó a la chica para que pudiera entrar, Lucero quedo sorprendida por el hermoso interior de la casa.
Había una gran mesa en medio de la sala llena de papeles y herramientas de distintos tamaños y formas.
En las paredes había un montón  de estanterías que llegaban hasta el techo llenas de libros, en total había tres sillas una grande tras la mesa dos sillas mas pequeñas.
El hombre les ofreció sentarse en estas sillas y ellos dos accedieron enseguida.
-¿Teneis hambre?
Los dos chicos asintieron energéticamente, a lo que Julius sonrío con cierto aire divertido y chasqueando de los dedos apareció de la nada una bandeja llena de pastas_con forma de corazón, como era casi todo allí_y una tetara acompañada de tres tazas.
Les sirvió el té y las pastas, que los jóvenes tomaron rápidamente para poder calamar su sed, el aroma y el calor adormecierón a Lucero, pero también a Allen.
-Debéis descansar_dijo suavemente Julius, mañana me hablareis de vuestro problema.
Lo ultimo que les dio tiempo a los dos, fue de comer alguna que otra pasta antes de caer dormidos.

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