viernes, 22 de abril de 2011

Corazón

CAPITULO 15 LA HISTORIA&LA CANCIÓN
Lucero abrió los ojos somñolenta,el traqueteo del tren le había adormilado,miró a su amigo de reojo el también había sucumbido al sueño y no era de extrañar pues desde que habían salido de casa de Julius habían pasado varias horas.
La chica levanto la cabeza del hombro de Allen y se estiro,observo por la ventana.Se sorprendió de la hermosa visión,había hermosos campos que se extendían hasta perderse en el horizonte,también había hermosos campos de flores de diferente especies y colores.
La joven movió al chico para despertarlo,Allen gruño ligeramente y se movió dándole la espalda a su amiga.
-¡Allen ya estamos llegando!_exclamo Lucero moviendo el hombro de su amigo sin apartar la mirada de la ventanilla del tren.
El joven abrió los ojos sin ganas y miró de reojo a su amiga.
-¿Qué sucede?_dijo el chico en un susurro.
-¿No me has escuchado?_le pregunto Lucero suspirando_ya falta poco para llegar a Dublin.
Allen se estiro y observo también por la ventana.
-Bien cuando lleguemos tendremos que conseguir dinero.
-¿Y de que forma?
El joven se quedo pensativo durante unos instantes y luego chasqueando la lengua dijo.
-Haciendo uso de nuestros poderes, por supuesto yo contare historias y tu las acompañaras con canciones ¿que te parece?
Lucero asintió entusiasmada.Tras unas horas mas de viaje, el tren paro en la estación de Dublin,los dos jóvenes cogieron sus cosas y salieron del tren dirigiéndose rápidamente a la plaza.
-Y ¿como pretendes llamar la atención de los transeúntes?
-Sencillo, tu comienza a cantar y cuando tengamos suficientes espectadores yo comenzare mi relato.
Lucero asintió y comenzó a cantar, la música y las palabras salían de su boca con total facilidad y ritmo de tal manera que la plaza se inundo de una música bella y tranquila que hacía que todo el que pasase por allí se parara a escucharlos.
En pocos minutos ya había un buen numero de personas y Allen decidió empezar a contar su historia.
-Hace tiempo, no muy lejos de aquí vivía un príncipe que tenía un hermoso rostro y un excelente físico que hacía que fuese deseado por  todas las mujeres y hombres de su reino. Un día mientras caminaba por su jardín vio a una muchacha que jamas había visto y sigilosamente se acerco para observarla,la chica,esta jugaba entrentenidamente con un perro.
-¿Quien sera?_se pregunto el chico para si.
La muchacha no era como todas las princesas que había visto, no tenía el pelo largo, no negro o rubio, no llevaba un vestido caro, ni zapatos de tacón por lo que el príncipe supuso que no era una princesa.Decidió acercase.
-Buenos días_le saludo el chico sonriendo.
La joven se levanto sobresaltada he hizo una reverencia.
-Buenos días majestad_le contesto ella con  cortesanía.
-¿Quien eres?_pregunto el príncipe curioso
La chica le miró de reojo y contesto.
-Soy una nueva criada, su majestad.
El chico la observo largo rato,aunque no era una princesa , era bastante guapa y no parecía que su belleza le afectase.
-¿Como te llamas?
-¿Mi nombre?, no creo que os interese majestad.
El príncipe asintió sonriendo.
-Dímelo por favor.
-Mi nombre es Celeste.
El joven tomo la mano de Celeste y se la beso suavemente lo que hizo sonrojar a la joven.
-Un precioso nombre.
-¿Quería algo su majestad?
El chico asintió y dijo.
-Me gustaría hablar contigo, en mi reino todos se quedan anonadados con mi belleza y nadie habla de cosas interesantes,pero parece que a ti no te afecta.
-La belleza exterior me parece una tontería me interesa mas el interior_le aclaro Celeste.
Y así pasaron los días quedando los dos en el jardín para hablar de distintas cosas,y como suele pasar surgió el amor entre los dos, pero Celeste sabía que era imposible pues ella era una plebeya y el un príncipe y jamas le permitirían estar con el, por lo que una noche la joven cogió las pocas pertenencias que tenia y se fue del castillo.
A la mañana siguiente el príncipe la busco por todos lados y al no dar con ella preguntó a una sirvienta que le dijo que Celeste había decidió marcharse.
El joven rápidamente fue hacía los establos y cogió un caballo si no estaba equivocado y no podía estar muy lejos.
Y no se equivoco pues la encontró durmiendo cerca de un pequeño lago en el interior de un bosque, con cuidado se arrodillo al lado suyo y la movió suavemente para que despertara.
La joven le miró adormilada y al ver que era el príncipe retrocedió sorprendida.
-¿Por que te has ido de mi castillo Celeste?
-Porque me he enamorado de ti y estando cerca de ti solo sufriría_dijo ella en un susurro.
El chico le abrazo fuertemente y le susurro.
-Si tu no estas entonces yo también sufro, pero tienes razón estando en mi castillo seria imposible que estemos  juntos pero aquí no.
Y dicho esto tomo suavemente el mentón y  le beso dulcemente  y desde entonces los dos vivieron juntos.
Lucero dejo de cantar, toda la plaza se lleno de aplausos y del tintineo de las monedas cayendo al suelo, Allen sonrió a su amiga satisfecho.
-El plan a salido bien pero tendremos que conseguir mas dinero_le susurro a Lucero_ademas así aprenderemos a controlar estos poderes.
La chica asintió no era tan malo aquello, le gustaba ver como la gente sonreía gracias a ellos.





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